Propuesta romántica

Lic. Luis Carlos Palazuelos Irusta

Hay propuestas y propuestas. Pensemos en un paseo por ejemplo:

Propuesta de su pareja, familia o amigos:

La noche anterior: cocinar el arroz con pollo hasta la medianoche.

En la mañana del paseo: llevar platos, cubiertos, vasos, mantel, botellón de agua, refrescos, ensalada, salsa de tomate, mayonesa y por supuesto el arroz con pollo.

Viaje: atenta para indicar al chofer, salidas, cruces, perro en el camino, ciclistas en ruta, avisa a los demás dónde hay parada de baño, busca con la mirada cinco kilómetros adelante si hay venta de fresas, queso palmito o agua de coco, anuncia con voz clara y fuerte que ya llegaron porque todos o duermen o cabecean.

En el destino: busque mesa, tronco o espacio sin basura donde ubicar el lugar de comida, empiece con las bocas de pejibaye porque ya todos tienen hambre. Busque un súper o un Mus… para comprar más refrescos porque los güilas ya se acabaron los refrescos que llevó.

Almuerzo: averigüe quien cogió las piernas de pollo que eran para el abuelo, discúlpese por haber llevado solamente ensalada verde, ensalada de palmito y atún con pasta porque la gente que está pidiendo papas tostadas, atún light, brócoli y lechuga suiza orgánica; coja lo que pueda porque como estuvo sirviendo a todos casi no dejaron nada, olvide el pollo pues no queda y tome agua porque frescos, jugos, gaseosas y hasta la cerveza ya se acabaron.

Antes de partir: recoja los tiliches, no olvide el taper del arroz, los cubiertos de diario que se le ocurrió llevar y que a simple vista son menos de los que trajo; reúna todo lo plástico descartable, busque bolsa negra, busque basurero, busque ayuda para meter la bolsa negra de basura en un basurero que mide como una caja de zapatos.

Al partir: no se olvide sacar fotos porque nadie le creerá que por fin consiguió un día de relajamiento en un viaje fuera de la ciudad, piense cómo estaba el agua del mar porque como no tuvo tiempo de un chapuzón solo le queda la imaginación.

En el viaje: no se duerma, tiene que seguir avisando al chofer si se cruza un chancho por el camino, si las cuatro llantas tienen presión suficiente, si es el “freshner” el que despide mal olor o los trajes de baño de los chicos o el “Boby” con pelo mojado y no olvide que el abuelo y la abuela se bajan a medio camino porque deben tomar bus a su casa en el pueblo.

Al llegar: saque todo incluido al menorcito que se durmió, lave trastes y aspire el carro que queda mucha arena y si tiene tiempo lo lleva a una estación de gasolina que su “príncipe azul” trabaja mañana y el carro tiene que estar listo.

Al acostarse: agradezca que pudo disfrutar un paseo.

Propuesta de su agente de viajes:

La noche anterior: ponga la alarma en el despertador.

En la mañana del paseo: a la hora prevista le están recogiendo en el lugar de encuentro.

Viaje: en su cómodo asiento escuche las historias, los datos curiosos y la información que el guía comparte con todo el grupo.

En el destino: Deje todo lo que no usará dentro del bus, levante su mochila y a pasear.

Almuerzo: Escoja entre las opciones regulares y vegetarianas, beba si quiere un fresco natural, agua, jugo o pida cerveza, si hubiera, como un extra que se merece este día.

Antes de partir: Luego de pasear, aprender, relajarse en una hamaca, dar un chapuzón en el río o en el mar, comprar artesanías, haber recorrido un sendero, tomado cientos de fotos, reído y respirado aire puro, suba al bus y la mochila que olvidó, ya viene traída por su guía de turistas que se fijó en cada detalle en el lugar donde almorzaron.

Al partir: le anuncian el tiempo del viaje, las paradas posibles en caso de baño, productos que se venden en el camino o si necesita bajarse en ruta.

En el viaje: si hace calor tendrá aire acondicionado, si hace frío estará abrigada, la idea es que sea un viaje cómodo para todos. Compartirá direcciones con amigos nuevos que ha hecho y se pondrá de acuerdo con ellos para otros viajes juntos.

Al llegar: la cortesía del guía y del chofer se harán visibles al agradecer su elección para viajar con ellos y le dirán que esperan que no sea  la última vez. La bolsita vacía de maní garapiñado que se le cayó en su asiento, ellos la recogerán.

Al costarse: descanse. Fue un día magnífico que recordará siempre.

Ahora preguntamos: ¿Cuál es la propuesta que más le enamora?